viernes, 24 de julio de 2009

Carta a los habitantes en 2050

De Michaela Devi Genaine.


Carta de ciertos habitantes de la Tierra del año 2009 a los habitantes de la Tierra en el año 2050.


“Creíamos por un momento que todo se acabaría, que no oiríamos más pájaros en primavera, que todo lo habíamos hecho mal. Creíamos que era demasiado tarde para unirnos en unísono para salvar nuestra propia especie, y algunas otras que quedaban todavía en el planeta tierra. Creíamos que no valía la pena pensar en el futuro ya que creíamos que no iba a haber futuro. Creíamos que las siguientes generaciones no iban a llegar, y que las últimas que quedaban, iban a culparnos de lo que no habíamos hecho.

Creíamos que era demasiado tarde, pero entonces nos dimos cuenta de algo que nos era familiar a todos. Creíamos. Creíamos en nosotros mismos y en nuestra capacidad de reconocer lo bello, en apoyarlo, y aprendimos a querer no perderlo. Todos creíamos en algo que no nos habíamos dado cuenta nos unía en una sola verdad, y que permanecía debajo de las máscaras que nos habíamos creado. Empezamos a creer que estábamos aquí por alguna razón, por algún propósito, que sin saberlo conscientemente, vivía bajo nuestra piel. Empezamos a creer que no éramos tan distintos de lo que nos rodeaba y lo que nos había rodeado desde los albores de nuestra propia humanidad. Nos dimos cuenta y creímos necesario reconocer nuestra relación con el medioambiente y la naturaleza, y convertir esta relación en una preferencia por el bien de nuestra propia supervivencia.

Sí, creímos y actuamos en consecuencia de este saber, y creímos necesario que vosotros, los habitantes de la Tierra en el año 2050, sepáis que lo hicimos por vosotros, porque vimos en nosotros una esperanza, una luz común a todos y por lo tanto también en vosotros. Creemos que para entonces en el año 2050, para vosotros será normal compartir todos vuestros bienes y que no conoceréis el poder político de un solo país sobre los demás, sino el poder de la unión de todos para el bien de todos. Creemos que para entonces para vosotros, será normal cuidar del planeta, y de todas las especies que se encuentran en él. Creemos que vosotros, no practicaréis ninguna religión sino todas, la del respeto por lo sagrado, que por entonces sabréis es el ser humano mismo, la naturaleza, y su inseparable e indivisible relación. Por entonces, quizá, ya nos habréis olvidado, porque no nos necesitaréis, pero creemos que es necesario que sepáis que sois como sois y tenéis el mundo que tenéis porque nosotros hicimos algo. Creímos que podíamos.”